ORIGEN


Empezamos en 2009, colaboración con 6 costureras en un proyecto de granja cooperativa en las montañas de Capira. Elaboramos cojines y bolsos de mola, los amados yoga mat bags en Akila Yoga, producto clave para partir aguas emprendedoras. En ese entonces eramos Cooperativa el Nido.
La colaboración con las socias costureras fue exitosa. Los productos bien recibidos. 
NIDO soñaba con expansión: estudio creativo y tienda en el interior del pais, arriesgada jugada comercial. El deseo de ampliar colaboración con costureras y artesanas indígenas, combinado con una era económica saludable, fue suficiente gasolina emprendedora para atrevernos a darle cuerpo a nuestra vision creativa.

Agosto 2012 abrimos puertas, complementando nuestros accesorios con colecciones importadas de ropa yoga indie y boho chic. En el taller ampliamos experimentación en la aplicación de mola, tie dye, paruma, saburete y African Wax. Nació Nido Indie Shop en plena Interamericana en la playa de Coronado.
Ese Carnaval sacamos los primeros sombreritos de mola y los shorts tie dye de mola, despertando una ola de atención y primera seña que nuestros riesgos podrian resultar.
La oportunidad para nuestros creativos fue enorme, montamos la ola mientras crecía la tendencia y difundimos diseños abiertamente. Disfrutamos popularidad artistica y comercial, y pronto, los retos.
Las inevitables imitaciones servirían para diluir el mercado de manera opuesta a nuestras esperanzas. Nuestro ideal de abrir más talleres locales reflejando la gran variedad de etnias en cada area de Panamá se veia en riesgo. Algunos imitadores tenían más recursos y dominaron el mercado, tanto que imitadores caseros nos llegaban a la puerta de Nido a vendernos copias de nuestros propios diseños sin conocimiento alguno q éramos la cuna de sus “creaciones.” Marcas fueron al exterior a copiar en masa nuestros diseños originales, contradiciendo nuestro objetivo principal: el de impulsar la mano de obra y economía artesanal local.
Decididos en aprovechar la gran oportunidad comercial que impulsamos con nuestros experimentos “indie” y “street” en aplicación fashion, buscábamos la formula a seguir. El reto era mantenernos frescos y vitales creativamente, pero no servir de eterno campo fértil de "inspiración” a marcas con mayor recurso, perdiendo la mano de obra para las socias en la cooperativa. Nuestro enfoque fue retener la  identidad emergente de Nido y aun servir a nuestra cliente principal: la artesana panameña.
“CON TU APOYO SE REALIZA EL SUEÑO DE TALLERES ARTESANALES POR RINCONES RURALES DE  PANAMÁ”
Nuestra insistencia en “ethical fashion” en colaboración con los grupos indigenas y campesinos eventualmente nos mostró más limitaciones al plan. Para respetar la identidad matriz de cada grupo, se nos hacía complicado interferir en la forma que manejan su creatividad. Vimos que hay una linea sutil entre la apropiación cultural y la colaboración.

La aplicación de mola a ropa y accesorios estaba encandilada - creció exponencialmente la demanda de trabajo tradicional para el artesano, inspirandonos a ofrecer la misma oportunidad de crecer manteniendo intacta la identidad y autonomía creativa a grupos indigenas con menos atención local.

Poco a poco se establecio la aceptación del uso de motivos etnios locales al mundo fashion. Ya no considerado solo “kitsch local” por las fashionistas, presenciamos como el uso de artesanías locales en la moda se convirtió en estampa de rigeur en la pasarelas couture de Panama.
Celebramos la llegada de la artesania indigena de Panama al escenario Fashion más  prestigioso del país, culminando en colecciones de alta moda en los Fashion Week de Panamá del 2017 hasta el presente. 
A la par se fue formalizando el bohochic como más que tendencia pasajera en la escena local igual que en los mercados globales.
Cambiamos de estrategia para crecer; extenderíamos la marca a producción local de ropa playera y boho chic, potenciando crecimiento de multiple talleres, impulsando prosperidad para más artesanas rurales.

Lo que hicimos fue simplificar la oferta al publico de los diseños que nos dieron primeras alas, continuando colaboraciones establecidas.  En Nido siempre encontraras nuestros iconos: las bolsas Boho Multimola y el kimono de pintas Ngabe. Igual mantenemos colecciones de shorts de molas y sombreros por temporada, ya que continua la demanda local y turística para estos hot items de nuestro inicio.

La pandemia 2020 hizo prueba nuevamente de nuestra flexibilidad y sobrevivencia. Pivoteamos como todos, logramos ser de los primeros al mercado local con mascaras de tela cual nos permitio mantener a las sastres trabajando continuamente durante cuarentena.
Encontramos que nuestro modelo sostenible sobresalía mientras crecia aún más la consciencia local y demanda para nuestro producto. El Slow Fashion agarro más impulso y nosotros en la percha esperando tomar vuelo.
Nos encanta que en 2021 la gama de telas sostenibles disponibles es muchísimo más amplia que pre pandemia. Hemos crecido en diseño y especialización; seguimos palpando y mutando nuestro niche, estableciendo historial de innovación, calidad y servicio.
Lo que nos llena el corazón en Nido, arriba de todo, es la convivencia con talleres caseros compuestos de matriarca y sus hijas, entrenando cuñadas y vecinas. Las vemos mejorar sus viviendas, la educación de sus hijos y la prosperidad general de sus comunidades. Nuestras socias empiezan con una maquina de coser casera y las vemos crecer a organizadoras, artesanas, emprendedoras, masters de su taller local, muchas veces participantes en juntas comunales.
Gracias por preferirnos, por apoyar a la artesana y sus tradiciones, a la familia. Apoyar la mujer es apoyar al pueblo entero.

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NIDO SOMOS TODOS!✨

Rebecca Kore Rodriguez, Directora Creativa
Rafael Calvo, Director de Conservación, Gerente de Operación